via HIRC blog
Sabrineh Ardalan is the Director of the Harvard Immigration and Refugee Clinical Program and a Clinical Professor at Harvard Law School. Sabi’s interest and passion in immigration law started in her childhood with her family. “I come from a family of immigrants from Iran,” says Sabi. “Through conversations with my family about the immigration system and human rights, I grew up living and watching this experience firsthand.”
For Sabi, the clients drive her passion about asylum and refugee work in her roles as an attorney, director, and professor at the Program. “The clients are inspirations to me. They are the most incredible, remarkable people who have endured immense hardships. Many of them I consider my friends and family.” Sabi hopes the U.S. immigration system under the Biden Harris administration sets “a more humane system that actually provides protections” to vulnerable immigrants in this country. In addition, she’s adamant about “an immigration system that responds to the reality of the immigrant experience, creates a path to citizenship for people, and ends immigration detention.”
This past year has created many new obstacles and intensified existing challenges. The COVID-19 pandemic has greatly increased the urgency of getting people out of detention and Sabi says, “I can’t wait to laugh, talk, and cry with my clients in person once again.” In this virtual world, Sabi spends a lot of her time on Zoom with her students, clients, and colleagues, and she is particularly grateful to all the incredible law students working at the clinic who are “amazing and energizing.”
Right now, Sabi takes care of her own well-being by spending time with her husband and toddler. She understands the importance of mental health and unplugs from the world to go on hikes and visit sheep and baby goats at farms. Sabi is looking forward to reuniting with everyone at the clinic, hopefully soon, as she misses the “vibrant space” of the office and physically seeing her clients, students, co-workers, friends, and family.
Through her work, she has learned a lot about life and overcoming adversities. “My clients have taught me how to find joy and beauty in small things and how to be persistent, patient, and continue to persevere through hardships.”
This post was written by HIRCP 2020-2021 intern Alma Martinez Ramirez.
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Sabrineh Ardalan es Directora de la Clínica Programa Inmigración y Refugiados de Harvard y profesora clínica en la en la Facultad de Derecho de Harvard. El interés y pasión de Sabi por la ley de inmigración comenzó en su infancia con su familia. “Vengo de un familia de inmigrantes de Iran,” dice Sabi. “A través de conversaciones con mi familia de la sistema inmigración y derechos humanos, crecí viviendo y viendo los esta experiencia de primera mano.”
Para Sabi, los clientes impulsan su pasión por el trabajo de asilo y refugio en sus roles de abogada, directora y profesora en el Programa. “Los clientes son inspiraciones para mí. Son las personas más increíbles y notables que han soportado inmensas dificultades. Muchos de ellos considero a mis amigos y familia.” Sabi espera que el sistema de inmigración de Estados Unidos bajo la administración Biden Harris establezca “un sistema más humano que realmente proporcione protección” a los inmigrantes vulnerables en este país. Además, es inflexible sobre “un sistema de inmigración que responda a la realidad de la experiencia de los inmigrantes, cree un camino de acceso a la ciudadanía para las personas y ponga fin a la detención de inmigrantes.”
El año pasado ha creado muchos nuevos obstáculos e intensificado los desafíos existentes. La pandemia de COVID-19 ha aumentado considerablemente la urgencia de sacar a la gente de la detención y Sabi dice, “No puedo esperar a reír, hablar y llorar con mis clientes en persona una vez más.” En este mundo virtual, Sabi pasa mucho de su tiempo en Zoom con sus estudiantes, clientes y colegas, y ella está particularmente agradecida a todos los increíbles estudiantes de derecho que trabajan en la clínica, quienes son “increíbles y energizantes.”
Ahora mismo, Sabi cuida de su propio bienestar al pasar tiempo con su esposo y su niño pequeño. Ella entiende la importancia de la salud mental y se desconecta del mundo para ir de excursión y visitar ovejas y cabras bebés en las granjas. Sabi está deseando reunirse con todos en la clínica, con suerte pronto, ya que extraña el “espacio vibrante” de la oficina y ver físicamente a clientes, estudiantes, compañeros de trabajo, amigos y familiares.
A través de su trabajo, ha aprendido mucho sobre la vida y la superación de las adversidades. “Mis clientes me han enseñado a encontrar la alegría y la belleza en las cosas pequeñas y a ser persistente, paciente y seguir perseverando a través de las dificultades.”
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